"El crecimiento más fuerte de un hombre y una mujer ocurre en los primeros años, antes de entrar a una escuela, de conocer a un maestro o de tener un libro de texto en sus manos. Esto significa que el desarrollo más importante ocurre antes y fuera de la escuela. ¿Y cómo es esto? ¿A mérito de qué? Debemos reconocer que el niño crece jugando y que jugando se desarrolla más que estudiando". La definición pertenece al pedagogo italiano, Francesco Tonucci.
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Tonucci se encuentra en Argentina donde ha brindado una serie de conferencias (en Arroyito, Villa María y la ciudad de Córdoba), que tienen por título "Necesitamos a los niños para transformar la ciudad. Las niñas y los niños piensan de otra manera" y se prepara para su última presentación, el próximo 25 de octubre, en Buenos Aires.
“Si intentamos representar el desarrollo infantil con una curva, en una visión tradicional se cree que el niño empieza con un nivel bajo que aumentará gradualmente en los primeros años y que experimentará una explosión en torno al comienzo de la experiencia escolar (en la primaria). Se considera que hasta entonces, los conocimientos son pocos y simples, y que las cosas importantes vendrán luego. La escuela infantil prepara para la escuela primaria y, así, cada nivel para el nivel superior”, afirma Tonucci en el artículo “Cómo introducir la investigación escolar”, del Instituto de Psicología del Centro Nacional de Investigaciones de Roma. Esta visión “tradicional” del desarrollo infantil considera que en esos primeros años no ocurre nada importante, y la actividad que prevalece es el juego", explica Tonucci. En cambio, la curva de desarrollo infantil que él propone, describe a un niño que sabe, que empieza a saber al menos desde el momento de su nacimiento y que tiene su máximo desarrollo en sus primeros días, meses y años de vida. “En este periodo se desarrolla más que en todo el resto de su vida. Vive en este primer periodo, experiencias decisivas, pone los cimientos para toda la construcción posterior, social, cognitiva y operativa”, asegura el autor de “Frato”.
Tonucci les pide a los maestros que “escuchen y confíen en sus alumnos, en la competencia y la capacidad de los niños, en lo que saben, y que escuchen su mundo interior, toda esa información y saberes que traen consigo a la escuela”.
Por último, afirma que “si la escuela es obligatoria y todos los niños concurren a la escuela, tenemos que preguntarnos quién tiene que seguir a quién. La escuela es obligatoria, los niños son obligados a acudir a la escuela y seguir el programa, yo creo que es la escuela la que tiene que seguir a los niños. Es la escuela que tiene que preocuparse de ser adecuada a las expectativas y capacidades de los niños y de cada uno de los niños. Es complejo, pero este es el desafío”.
LA ÚLTIMA CONFERENCIA EN ARGENTINA
-Ciudad de Buenos Aires (en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar – OMEP Argentina):
25 de octubre, 18:00, Salón de Actos de la Facultad de Derecho UBA, Av. Pte. Figueroa Alcorta 2263 (CABA).
